Rastreros
Se consideran insectos rastreros las especies cuya capacidad de vuelo es limitada o inexistente, dentro de este grupo se encuentran las de mayor riesgo para salud, como lo son cucarachas y hormigas, siendo las cucarachas las que más producen enfermedades como disentería, fiebre tifoidea, salmonella, cólera, entre otros; en particular, los asmáticos pueden desarrollar alergia a la presencia de cucarachas, generando reacciones mucho más fuertes en este grupo de personas.
La mayoría de las especies de cucarachas son de hábitos nocturnos, por lo tanto, su presencia puede pasar desapercibida y podemos estar frente a una infestación sin siquiera notarlo.
Un adecuado control de insectos rastreros, en espacios tanto internos como externos, donde se manipulen alimentos, garantiza en gran medida la inocuidad de los productos, ya que se elimina una de las fuentes primarias de contagio de enfermedades al hombre como son las cucarachas alemanas y americanas.
Por su parte las hormigas, pueden afectar la salud, debido a su mordida o picadura y por la contaminación de alimentos al tener contacto con éstos. Las hormigas son insectos sociales y aquellas que vemos, sólo corresponden a un pequeño grupo de obreras, encargadas del transporte de alimento al resto de la colonia, por lo tanto son sólo una pequeña muestra de la gran población existente